miércoles, 28 de julio de 2010

Regreso con……Gloria! (Crónicas del pescador III)



La noche se presentaba tranquila, había terminado de hacer los preparativos del equipo, una ultima repasada a todo y ahí estaba yo, esperando ansioso.
Siempre me pongo nervioso antes de salir. Mi amigo Orlando nunca fue puntual ya eran las once pasadas y nada…. minutos mas tarde lo vi aparecer con un auto que no era el de el, luego me enteraría que tuvo un problema mecánico y el suegro le presto el suyo, un Peugeot 504, esos que tienen el techo corredizo.

Una vez en camino al Río de los pájaros (Rio Uruguay) como le decimos los pescadores, la ansiedad que me gobernaba se disipó. Ya estaba tranquilo…..feliz.
Me recliné suavemente sobre el confortable asiento y pensando que “autos eran los de antes” me dejé llevar por la ilusión de pescar alguna pieza importante como un surubí o un patí.
De no ser posible me conformaría con una boga o un sábalo, pero siempre que pienso en grande no me va bien… con pejerreyes o sardinas volvería contento.

Lo único que esperaba es que no estuviese lleno de dientudos o viejas del agua como la última vez.
Me acosté un poco más y pensé en la posibilidad de dormir una hora... cerré los ojos y solo veía…lachas, mandufias, rayas, lisas, madrecitas, corvinas, anguilas, chanchitos, unas cabezas amargas, lenguados, tarariras…

Seguía yo con un desfile de especies por mi mente cuando de repente…..un estruendo espantoso me volvió a la realidad….el vetusto techo corredizo….. ya no estaba!
Paramos a buscarlo y no pudimos encontrarlo…….completamos el viaje sin el……así comenzaba nuestra “aventura” de pesca.

Por fin, llegamos!

Estábamos helados y faltaban más de cuatro horas para que el sol asome, me dirigí hacia la parte de trasera del auto y allí comenzaron a desencadenarse una serie de eventos desafortunados que hicieron de la travesía un verdadero infierno helado!!!

Al abrir el baúl me di cuenta al instante que me había olvidado la campera.
El viento frío venía del rió y en dirección a mi cuerpo...
Orlando intentaba encender el sol de noche, abrió mucho la válvula de gas y quemo la única camisa que habíamos llevado…
A oscuras preparamos el equipo, las nubes tapaban la luz de luna.
Había bajante y tuvimos que entrar al barro…….. yo en zapatillas.
La carnada estaba freezada, difícil de encarnar, dedos pinchados, dolor!!!!!!!
Horas de frío…..directo a mi nariz helada, cangrejos de barro pellizcando mis zapatillas. Anzuelos vacíos… menos carnada, más frío.

Decidimos…juntos que ese sería el último tiro...

Si!!!!!!
...pica una rayita, hace sopapa en el fondo y de un tirón……me la pongo como una estampa en el medio del pecho!

Barro, agua, frío, no solo en la nariz, ahora en el pecho, en todo el cuerpo. Y si….fue el último tiro…

Nos volvimos, hoy no es el día, reflexioné…

De camino a casa, pienso en ustedes, mis clientes amigos. No pienso en mi, mucho menos en Orlando, pienso en ustedes y en mi canasta vacía.

Una vez en casa al lado del calefactor y con la campera puesta, decido ir a la pescadería de “Doña Gloria” y ver que tiene de fresco, todavía quedan los cien pesos, las ganas de cocinar y una deuda de honor con ustedes…

Y yo que al final siempre regreso... con Gloria!!!!!!!!!

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Pescado LA VIANDA

El plato es: Un nido de puré duquesa relleno de espinacas apenas salteadas con cebollas y toque de chardonnay.
Por encima de este, una pieza de filet de merluza sellada en manteca y pimienta, bañada con salsa bechamel. Espolvoreo perejil picado y ya.

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martes, 27 de julio de 2010

Me voy de pesca


Hoy es martes 27 de julio, me preparo para ir de pesca, esta todo listo, mi equipo de pesca cada día más completo, un orgullo.
El auto revisado, agua, cubiertas, aceite etc. El sol de noche, la campera rompe vientos, el off para los mosquitos de invierno, el botiquín de primeros auxilios con la pinza para cortar anzuelos, el equipo de mate para mitigar la dulce espera del pique, la pasta frola para la languidez del amanecer y cien pesos por las dudas.
La travesía será desde la costa del río Uruguay.

Hora de salida, hoy a las 23:00hs, regreso cuando llene la canasta de pescado.

Mañana espero poder ofrecerles un plato con pescado, gracias por desearme suerte, se que lo están haciendo.
La pesca y la comida son una pasión que me llevan a hacer esto, por ustedes y por mí.

Nos vemos.
Mientras pueden pedir lo de siempre, la cocina funciona igual sin mí.

El cocinero de La Vianda.